Belle Epoque es un producto de su
tiempo, una época en la que España empezaba a revindicarse en el
plano internacional con la organización de unos juegos olímpicos,
una exposición universal y el lanzamiento de unas estrellas
cinematográficas con proyección internacional (Almodóvar, Banderas
etc...) y la película responde a ese momento de proyección
cultural del país hacia el exterior, lo que ocurre es que
lamentablemente lo hace desde el topicazo más castizo . En su
momento fue una película que gozó del favor tanto de la crítica
como del gran público y que fue galardonada con el oscar a la mejor
película extranjera en dura pugna con "Adiós a mi concubina" de Chen
Kaige y con "El banquete de boda" de Ang Lee. Sin embargo vista con
perspectiva no es para nada una película memorable y tan sólo la
salvan la actuación portentosa de Fernando Fernán Gómez y algunos
retazos de genialidad de Azcona en el guión. Poco más cabe salvar
de ella, construida sobre el intento de buscar una belle epoque en
los orígenes del nacimiento del segundo experimento republicano
español a partir del clima libertario y de efervescencia cultural
surgido de la residencia de estudiantes y la generación literaria
del 27, la película busca retratar un época marcada por el
optimismo vital que poco o nada hacía presagiar el terrible
desenlace del ideal republicano bañado en sangre en una cruenta Guerra Civil.
Para ello, el wilderiano Fernando Trueba, busca referentes en el cine francés y no oculta su querencia
por el maestro Renoir de la memorable la regla de juego o de una
partida en el campo, películas que exaltan la inocencia de la vida
en el campo frente a los rígidos convencionalismos sociales. También
en la película de Trueba hay un indisimulado guiño al Rohmer de
"Pauline en la playa" en todo aquello que se refiere al despertar
sexual de la juventud representado por el personaje del desertor Fernando que es seducido por las hijas del ilustrado republicano Manolo , las cuales representan cuatro modelos de mujer diferentes;
la viuda recatada (Clara), la joven frívola (Rocío), la joven
virgen (Luz) y la lesbiana (Violeta). Sin embargo a diferencia
de "El seductor" de Don Siegel película de 1971, la película no
desciende a las profundidades psicológicas del mito del don juanismo
y se queda en el gag facilón del amante que resulta burlado al
final por su presa. También hay que decir en descargo de Azcona y
Trueba que una buena parte de la responsabilidad en tan pobre
resultado obedece al hecho de haber contado con el “tronco”( en
el sentido de superficial, inexpresivo y carente de matices) de
Jorge Sanz, uno de los peores actores españoles para el papel de Fernando.
Donde la película resulta un acierto
es el aspecto de comedia, con sólidas y divertidas interpretaciones
de Gabino Diego en el papel de carlista enmadrado y de la siempre
hilarante Chus Lampreave que parodia a la perfección los tópicos
del carlismo y el conservadurismo católico. Un aspecto , que a mi
juicio hubiera podido resultar interesante de haberse perfilado mejor
el guión, es el papel de Agustín Gonzalez como el de un cura,
aliado de la república y que insinúa con su suicidio final el
fracaso de la república en su entendimiento con los sectores mas
moderados del catolicismo, sin embargo esto apenas se apunta en parte
por la falta de idoneidad de Agustín Gonzalez para el personaje por
su marcada tendencia al histrionismo interpretativo que de poco
servía para dar más consistencia al personaje del párroco Don
Luis.
Si me tuviera que quedar con dos
escenas de la película, una sería sin duda el lúcido gag de Fernando Fernán Gomez sobre las tres frustraciones del republicano
que satirizan y al mismo tiempo apuntan las que serán los tres
grandes problemas de la república durante su lustro de existencia,
los problemas con el clero, con el ejercito y su intento de
reformismo social. La otra escena, es el indisimulado homenaje al
Tony Curtis de “Con faldas y a lo Loco” en el baile del carnaval
que se marcan el difuminado Jorge Sanz y la más brillante Ariadna
Gil.
Para terminar este breve repaso por la
obra tan premiada de Trueba decir que la película podría
perfectamente haberse llamado “Cuatro polvos y un funeral" sin
merma ni menoscabo alguno para su valía fílmica.
TÍTULO ORIGINAL: Belle époque
AÑO: 1992
DURACIÓN: 108 min.
PAÍS: España
DIRECTOR: Fernando Trueba
GUIÓN: Rafael Azcona
MÚSICA: Antoine Duhamel
FOTOGRAFÍA: José Luis Alcaine
REPARTO: Fernando Fernán-Gómez, Jorge
Sanz, Penélope Cruz, Ariadna Gil, Maribel Verdú, Miriam Díaz
Aroca, Mary Carmen Ramírez, Gabino Diego, Michel Galabru, Agustín
González, Chus Lampreave, Jesús Bonilla, María Galiana, Joan
Potau, Manuel Huete
PRODUCTORA: Fernando Trueba P.C. /
Lolafilms
PREMIOS
1993: Oscar: Mejor película
de habla no inglesa
1993: BAFTA: Mejor película de habla
no inglesa
1993: Festival de Berlín: Sección
oficial de largometrajes
1992: 9 premios Goya, incluyendo mejor
película, director, actriz (Ariadna Gil)
GÉNERO: Comedia. Romance
SINOPSIS: Poco antes de la Guerra Civil
Española, el joven Fernando decide desertar. Se esconde en una finca
rural, donde es acogido por un pintor excéntrico, Manolo, que vive
retirado por sus ideas políticas. Fernando conoce entonces a las
cuatro hijas de su protector: Rocío, Violeta, Clara y Luz, con las
que entabla relaciones sucesivamente, sin saber muy bien de cuál de
ellas está enamorado.
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