domingo, 22 de abril de 2012

Belle Epoque, 1993 Fernando Trueba



Belle Epoque es un producto de su tiempo, una época en la que España empezaba a revindicarse en el plano internacional con la organización de unos juegos olímpicos, una exposición universal y el lanzamiento de unas estrellas cinematográficas con proyección internacional (Almodóvar, Banderas etc...) y la película responde a ese momento de proyección cultural del país hacia el exterior, lo que ocurre es que lamentablemente lo hace desde el topicazo más castizo . En su momento fue una película que gozó del favor tanto de la crítica como del gran público y que fue galardonada con el oscar a la mejor película extranjera en dura pugna con "Adiós a mi concubina" de Chen Kaige y con "El banquete de boda" de Ang Lee. Sin embargo vista con perspectiva no es para nada una película memorable y tan sólo la salvan la actuación portentosa de Fernando  Fernán  Gómez y algunos retazos de genialidad de Azcona en el guión. Poco más cabe salvar de ella, construida sobre el intento de buscar una belle epoque en los orígenes del nacimiento del segundo experimento republicano español a partir del clima libertario y de efervescencia cultural surgido de la residencia de estudiantes y la generación literaria del 27, la película busca retratar un época marcada por el optimismo vital que poco o nada hacía presagiar el terrible desenlace del ideal republicano bañado en  sangre en una cruenta Guerra Civil.

Para ello, el wilderiano Fernando Trueba, busca referentes en el cine francés y no oculta su querencia por el maestro Renoir de la memorable la regla de juego o de una partida en el campo, películas que exaltan la inocencia de la vida en el campo frente a los rígidos convencionalismos sociales. También en la película de Trueba hay un indisimulado guiño al Rohmer de "Pauline en la playa" en todo aquello que se refiere al despertar sexual de la juventud representado por el personaje del desertor Fernando que es seducido por las hijas del ilustrado republicano Manolo , las cuales representan cuatro modelos de mujer diferentes; la viuda recatada (Clara), la joven frívola (Rocío), la joven virgen (Luz) y la lesbiana (Violeta). Sin embargo a diferencia de  "El  seductor" de Don Siegel película de 1971, la película no desciende a las profundidades psicológicas del mito del don juanismo y se queda en el gag facilón del amante que resulta burlado al final por su presa. También hay que decir en descargo de Azcona y Trueba que una buena parte de la responsabilidad en tan pobre resultado obedece al hecho de haber contado con el “tronco”( en el sentido de superficial, inexpresivo y carente de matices) de Jorge Sanz, uno de los peores actores españoles para el papel de Fernando.

Donde la película resulta un acierto es el aspecto de comedia, con sólidas y divertidas interpretaciones de  Gabino Diego en el papel de carlista enmadrado y de la siempre hilarante Chus Lampreave que parodia a la perfección los tópicos del carlismo y el conservadurismo católico. Un aspecto , que a mi juicio hubiera podido resultar interesante de haberse perfilado mejor el guión, es el papel de Agustín Gonzalez como el de un cura, aliado de la república y que insinúa con su suicidio final el fracaso de la república en su entendimiento con los sectores mas moderados del catolicismo, sin embargo esto apenas se apunta en parte por la falta de idoneidad de Agustín Gonzalez para el personaje por su marcada tendencia al histrionismo interpretativo que de poco servía para dar más consistencia al personaje del párroco Don Luis.

Si me tuviera que quedar con dos escenas de la película, una sería sin duda el lúcido gag de Fernando Fernán Gomez sobre las tres frustraciones del republicano que satirizan y al mismo tiempo apuntan las que serán los tres grandes problemas de la república durante su lustro de existencia, los problemas con el clero, con el ejercito y su intento de reformismo social. La otra escena, es el indisimulado homenaje al Tony Curtis de “Con faldas y a lo Loco” en el baile del carnaval que se marcan el difuminado Jorge Sanz y la más brillante Ariadna Gil.

Para terminar este breve repaso por la obra tan premiada de Trueba decir que la película podría perfectamente haberse llamado “Cuatro polvos y un funeral" sin merma ni menoscabo alguno para su valía fílmica.

TÍTULO ORIGINAL: Belle époque
AÑO:  1992
DURACIÓN:  108 min.
PAÍS: España
DIRECTOR:  Fernando Trueba
GUIÓN:  Rafael Azcona
MÚSICA:  Antoine Duhamel
FOTOGRAFÍA:  José Luis Alcaine
REPARTO:  Fernando Fernán-Gómez, Jorge Sanz, Penélope Cruz, Ariadna Gil, Maribel Verdú, Miriam Díaz Aroca, Mary Carmen Ramírez, Gabino Diego, Michel Galabru, Agustín González, Chus Lampreave, Jesús Bonilla, María Galiana, Joan Potau, Manuel Huete
PRODUCTORA:  Fernando Trueba P.C. / Lolafilms
PREMIOS
1993: Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1993: BAFTA: Mejor película de habla no inglesa
1993: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes
1992: 9 premios Goya, incluyendo mejor película, director, actriz (Ariadna Gil)
GÉNERO:  Comedia. Romance
SINOPSIS:  Poco antes de la Guerra Civil Española, el joven Fernando decide desertar. Se esconde en una finca rural, donde es acogido por un pintor excéntrico, Manolo, que vive retirado por sus ideas políticas. Fernando conoce entonces a las cuatro hijas de su protector: Rocío, Violeta, Clara y Luz, con las que entabla relaciones sucesivamente, sin saber muy bien de cuál de ellas está enamorado.

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