El día 25 de noviembre tuvimos la ocasión de degustar en "Mejor Póngame un Café " la película "Blanco" del director polaco K. Kieslowski (1941-1996). Se trata de un director surgido de la famosa escuela de cine de la ciudad de Lodz de la que han salido grandes cineastas como por ejemplo Roman Polanski (Paris 1933-) o Andrej Wajda (1926-). Todos estos directores se adscriben al denominado nuevo cine polaco que es un cine muy vinculado a la particular situación sociopolítica del país del este de europa, en concreto se trata de un cine muy contestario con el poder comunista en los 70's , algo que vemos en películas como "El hombre de mármol" (1977, Wajda) que es una ácida crítica al mito comunista del estajanovismo. Una vez caído el muro, este nuevo cine va a continuar mostrándose muy crítico con el nuevo poder del capital algo que observamos precisamente en el filme que vamos ahora a comentar.
Blanco es la tercera película de la triología "Trois Coleurs" realizada por Kieslowski para representar fílmicamente los tres valores asociados a la revolución francesa ; libertad, igualdad y fratenidad.
Blanco es precisamente un reflexión sobre la igualdad realizada desde presupuestos muy metafísicos, el cine de Kiesloski es muy a menudo una reflexión sobre el caracter absoluto de ciertos valores éticos (véase el decálogo, serie realizada para la TV polaca en 1990, en 10 capítulos cada uno de ellos teniendo como transfondo uno de los mandamientos del decálogo), de forma que la narración siempre va a estar subordinada a la especulación meramente filosófica.
Este caracter abstracto del cine de kieslowski es el que nos va a poder permitir refutar las críticas que se suelen hacer a muchos de sus guiones por ser simplificadores o narrativamente inconsistentes.
En concreto volviendo a Blanco en el plano narrativo podemos observar varias cosas;
Blanco es la tercera película de la triología "Trois Coleurs" realizada por Kieslowski para representar fílmicamente los tres valores asociados a la revolución francesa ; libertad, igualdad y fratenidad.
Blanco es precisamente un reflexión sobre la igualdad realizada desde presupuestos muy metafísicos, el cine de Kiesloski es muy a menudo una reflexión sobre el caracter absoluto de ciertos valores éticos (véase el decálogo, serie realizada para la TV polaca en 1990, en 10 capítulos cada uno de ellos teniendo como transfondo uno de los mandamientos del decálogo), de forma que la narración siempre va a estar subordinada a la especulación meramente filosófica.
Este caracter abstracto del cine de kieslowski es el que nos va a poder permitir refutar las críticas que se suelen hacer a muchos de sus guiones por ser simplificadores o narrativamente inconsistentes.
En concreto volviendo a Blanco en el plano narrativo podemos observar varias cosas;
- Una reflexión profunda sobre la igualdad (concepto anfibológico por excelencia) que se contextualiza en la polonia posterior a la caída del muro, frente a la crisis del estado que pretendía encarnar el valor igualdad en puridad (estado comunista) se levanta una sociedad profundamente desigual construída sobre múltiples diferenciaciones políticas, sociales y económicas.
- En esta situación creciente de desigualdad, el dinero se convierte en el medio que determina la posición de las personas en ese binomio igualdad-desigualdad. Así frente a los ricos (los nuevos ricos surgidos de la especulación más descarnada) tenemos a los nuevos pobres, frente a los poderosos tenemos a los débiles, frente a los viriles se encuentran los impotentes, en oposición a los amados se encuentran los odiados etc.
- La película refleja muy bien estos binomios propios del nuevo mundo surgido de las cenizas del capitalismo, así vemos como Dominique (Julie Delpy) usa todo su poder en francia para humillar a Karol (Z Zamachowski) que se nos presenta como un ser invisible e inaudible por las barreras culturales e idiomáticas y a la inversa en la polonia de los nuevos ricos, karol , una vez que ha accedido a este nuevo status que le confiere el poder del dinero tramará una venganza despiadada contra Dominique.
- La película trasmite una atmósfera de alienación constante donde los personajes son incapaces de trascender sus propios sentimientos ambivalentes (amor-odio) y están abocados a un destino trágico donde impera el mandato del rencor que es la venganza.
- Es especialmente destacable el papel de Mikolaj, el tahur polaco que invita a karol a ser coperador necesario de su suicidio asistido, como personificación del cinismo de estos nuevos tiempos que vienen, es además el introductor en la inmoralidad del personaje de karol al que éste introduce en el mundo de los poderosos de lo que Karol se valdrá posteriormente para urdir su venganza.
- La película roza lo esperpéntico en muchas ocasiones (recuerdese la famosa escena de la maleta que le va a servir a karol para abandonar Francia y poder retornar a Polonia) y no está exenta de buenas dosis de humor negro .Como en la famosa escena del orgasmo telefónico de July Delpy o cuando el personaje de Karol ve como la maquina telefónica se traga el útimo franco que posee .
En el plano estilístico cabe destacar varios aspectos del film:
- En primer lugar la genial composicíón de la banda sonora de la película por parte de Zbigniev Presner que acompasa muy bien las vicisitudes del personaje de karol y que está muy influída por la etnomusicología de Bela Bartok y el cancionero popular polaco.
- Las sólidas interpretaciones de Zamachovsky y Delpy, trasmitiendo la fragilidad de los sentimientos y su ambivalencia.
- Desde el punto de vista del montaje, es una pelicula que tiene una estructura narrativa basada en flashforwards que adelantan momentos futuros de la narración para así incrementar la tensión dramática ( la película comienza con la famosa escena de la maleta que anticipa la peripecia vital del personaje de karol en su retorno a Polonia) y cabe destacar la belleza plástica de esos fundidos en blanco que reflejan muy bien el caracter eminentemente metafísico del film ( es especialmente destacable el fundido en blanco que sigue al orgasmo de Dominique ).
Banda sonora
Zbigniew Preisner
Director
Krzysztof Kieslowski
Duración
92 minutos
Fotografía
Edward Klosinski
Guionistas
Krzysztof Piesiewicz y Krzysztof Kieslowski
Interpretes
Zbigniew Zamachowski, Julie Delpy, Janusz Gajos, Jerzy Sthur, Grzegor Warchol, Jerzy Nowak, etc...
Nacionalidad
Polonia
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