Mankiewiz es un director discursivo (Billy Wilder, Preston Sturgess), su cine es ante todo un cine dialogado donde la imagen está al servicio de la palabra como vehículo de expresión. Esto es muy apreciable en la película de la que vamos a tratar en esta reseña “De repente el último verano", aunque la misma no fuera guionizada por Mankiewicz (solo le pertenece del guión la frase de que los poetas siempre mueren jóvenes independientemente de la edad). Nos encontramos ante una película muy teatral en su puesta en escena, con largos diálogos que sostienen gran tensión narrativa en especial las conversaciones entre el doctor Cucrowicz (Montgomery Cliff) y Violet Venable (Katherine Hepburn).
El guión de Gore Vidal se basa en la obra teatral del mismo nombre del dramaturgo americano Tenesee Williams, ("Un tranvía llamado deseo", "La gata sobre el tejado de zinc","La noche de la iguana") que se adscribe dentro del llamado gótico sureño (obras literarias que no usan elementos sobrenaturales para crear misterio como en el gótico ingles, sino opresivas atmósferas sociales y elementos propios de la cultura del sur).
Mankiewicz, como sabemos, es un gran director de actores, no en balde sabe rodearse de los mejores, especialmente de actrices de gran carácter, y aquí el lucimiento de la gran Liz Taylor es espectacular. En la película desempeña el papel de joven sobrina del personaje de Katharine Hepburn, que es ingresada en un psiquiátrico (Lion's View) donde su caso es estudiado para que un Monty Cliff neurocirujano, enamorado de ella solo al verla, tenga que practicarle una lobotomía. La aparente locura de este personaje deriva de su tormentosa relación con Sebastian, su primo, quien falleció el último verano en extrañas circunstancias, para desdicha de su delirante madre (Katharine Hepburn). La película juega inteligentemente con una revisión peculiar del complejo de Edipo, pero al revés, es decir, adoración extrema de una madre por su hijo que se manifiesta en la interpretación de burguesa delirante de Hepburn. En cuanto al plano formal la película destaca por :
- Las trasparencias de la escena final con el flashback de lo que realmente ocurrió con Sebastian. (reminiscente de "Fresas Salvajes" de Bergman o las películas de Hitchcock).
- El uso de las lentes difusoras para mostrar a una rejuvenecida K Hepburn y el cambio que se produce cuando una vez que se conoce lo que paso de verdad, aparece sumamente envejecida.
- El montaje rápido, con esa sucesión de primeros planos de las caras de los enfermos mentales en el sanatorio de New Orleans ( muy de la escuela soviética)
- La contraposición entre el mundo animal , cruel (relato de lo que paso en las encantadas con las crias de tortugas devoradas, el cebo de Violet y Catherine) y la crueldad de los sanatorios, o de la turba de canibales, algó que también está presente en filmes tan alejados temáticamente como Grupo salvaje o la delgada linea roja
- La respuesta mística de Sebastian a esta intuición de la esencia del mundo es ofrecerse como víctima en sacrificio para ser devorado y realizar en su propio cuerpo la verdad del mundo. En la escena final el propio Sebastian se deja asaltar por una horda salvaje de amantes que lo despedazan y devoran en lo que parece ser una población española Cabeza de Lobo (en realidad el rodaje tuvo lugar en la costa dorada y balerares). Una muerte que emula al Dioniso descuartizado por los Titanes o al Orfeo despedazado por las ménades tracias. La asimilación que realizan los guionistas T. Williams y Gore Vidal de sexualidad y canibalismo, de eros y tanatos, tiene una fuerza portentosa.
- La película introduce también una pavorosa reflexión sobre el negro futuro de una sanidad dominada por el sector privado, cuya ética profesional puede verse seriamente comprometida como consecuencia de la recepción de financiación privada, esto se ve claramente en la película cuando el doctor cucrowicz es “invitado“ contra su criterio médico a practicar la lobotomía al personaje de Katherine para conseguir una jugosa aportación de la señora venables .
- La película, en la línea de las críticas de Foucault a la psiquiatría tradicional, apuesta por el psicoanálisis como medio para superar los conflictos psíquicos haciendo aflorar los recuerdos reprimidos, el personaje de Liz Taylor sólo se verá liberado de su angustía existencial cuando confronte los trágicos hechos que presenció en el célebre verano.
- Como ocurre en Rebecca de Hitchcock , el argumento gira en torno a un personaje que está ausente pero cuyo recuerdo y presencia emocional inunda toda la película, sólo en el flashback final tendremos ocasión de visionar algunos de los momentos finales del personaje de Sebastian.
La película adolece , a mi juicio, de una cierta artificiosidad en su parte final, cuando se fuerza la entrada del psicoanálisis como deux ex machina liberador de la angustia vital del personaje de catherine.
TÍTULO ORIGINAL: Suddenly, Last Summer
AÑO: 1959
DURACIÓN: 114 min.
DIRECTOR: Joseph L. Mankiewicz
GUIÓN: Tennessee Williams, Gore Vidal (Teatro: Tennessee Williams)
MÚSICA: Buxton Orr & Malcom Arnold
FOTOGRAFÍA: Jack Hildyard (B&W)
REPARTO: Elizabeth Taylor, Montgomery Clift, Katharine Hepburn, Albert Dekker, Mercedes McCambridge, Gary Raymond, Joan Young
PRODUCTORA: Columbia Pictures presents a Sam Spiegel production
PREMIOS:
1959: 3 nominaciones al Oscar: actriz (Taylor), actriz (Hepburn), dirección artística (B&N)
1959: Premios David di Donatello: Plato dorado (Elizabeth Taylor)
GÉNERO: Drama | Drama sureño. Años 30
SINOPSIS: En la Nueva Orleans de 1937, una rica viuda, la señora Venable, ofrece al doctor Cukrowicz los fondos para crear un hospital a condición de que practique una lobotomía a su sobrina Catherine. La señora Venable se encuentra perturbada por la reciente muerte en Europa de su hijo Sebastian, con quien solía viajar todos los veranos, salvo el último, en el que Sebastian prefirió llevar como acompañante a su prima Catherine.
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