sábado, 14 de abril de 2012

"Tiempos de Gloria" Edward Zwick 1989


Hoy quiero hablar de héroes anónimos, aquellos que en silencio y soledad sufren los avatares de la enfermedad en todos los hospitales del mundo. Para ellos va dedicada esta reseña de una película sobre héroes anónimos, aquellos que sacrificaron su vida por devolver la dignidad a aquellos cosificados por la injusticia de la esclavitud. La película en cuestión se llama “Tiempos de Gloria" ("Glory") 1989 del director americano Edward Zwick. En ella se nos relata someramente, y con ciertas licencias históricas, las peripecias vitales del primer regimiento de hombres de color del ejercito de la unión durante la Guerra Civil Americana entre 1861-1865. El 54th de Massachussets fue creado por obra del gobernador del estado del mismo nombre John Andrew en 1862 con el decidido apoyo del poeta negro Frederick Douglass, autor de célebres proclamas abolicionistas, e inspirador de la lucha por la extensión de los derechos civiles a los negros esclavos del sur. Al frente de dicho regimiento se puso a Robert Gould Shaw hijo de una célebre familia abolicionista de Nueva Inglaterra. El regimiento se hizo famoso por su fallido asalto a la fortaleza sureña de Fort Wagner en Carolina del sur donde perdió la mayoría de sus efectivos entre ellos a su propio coronel Robert Gould Shaw. Aunque militarmente la contribución del 54th fue más bien escasa, su ejemplo de coraje y tenacidad para sobreponerse a las adversidades sirvió de estimuló para que los negros pudieran acceder a la ejercito de la Unión. La película, partiendo de estos hechos históricos, consigue, a mi juicio, trascender este acontecimiento epocal y erigirse en un manifiesto intemporal en favor de la lucha por las nobles causas y en una encendida defensa de los mayores sacrificios posibles para alcanzar aquello que se cree noble y digno de ser defendido.

Partiendo de esta idea general podemos destacar varios aspectos de la película de Zwick, en primer lugar lo acertado del guión, que se basa en dos novelas “ Lay This Laurel" de Kristin Lincoln y “One galand rush" de Peter Burchard junto con las célebres y muy bien escritas cartas que Robert Shaw escribió a su familia y esposa en el periodo de 1861-1863 y que hoy en día de custodian en la biblioteca de la universidad de Harvard. Basándose en hechos históricos, pero tomando ciertas licencias para permitir un mayor lirismo y tensión dramática, se nos detallan varias líneas narrativas, por un lado tenemos la evolución del personaje de Shaw, un acomodado joven bostoniano que se ve abocado a desempeñar un papel que le viene a todas luces grande, el de formar un regimiento de soldados de color que superando todos los prejuicios existentes en la época se gane el respeto y el derecho a contribuir en los esfuerzos bélicos de la Unión. El actor Mathew Broderick, que en aquella época estaba encasillado en papeles de comedia adolescente, logra trasmitir toda la inseguridad y dudas que acechan al personaje durante la película. Desde el desconcierto inicial, pasando por la intransigencia para acabar ganándose el respeto y camaradería de su tropa. Otro aspecto muy logrado del guión es que a diferencia de otras películas sobre la guerra civil donde se peca de un cierto maniqueísmo como en Gettysburg de Ronald Maxwell, aquí siguiendo la línea de clásicos como “El nacimiento de una nación“ de DW Griffith,“El maquinista de la general” de Buster Keaton o “Lo que el viento se llevó" de Viktor Flemming, se nos presenta a unos soldados del norte para nada idílicos, profundamente racistas y que se entregan al pillaje y al saqueo de civiles. A diferencia de lo que ocurre en el cine español cuando se trata de contar historias sobre la guerra civil, los americanos han conseguido la suficiente distancia histórica y emocional sobre el conflicto como para evitar caer en tópicos manidos y para ser capaces de representar que en toda guerra siempre hay héroes y villanos en todos los bandos, pues los conflictos bélicos siempre sacan lo mejor (el heroísmo, la abnegación....) y lo peor (la destrucción, la crueldad...) del ser humano.
Merece especial atención la subtrama que nos cuenta la relación entre Trip, Denzell Washington, ganó su primer oscar con esta interpretación por cierto, y Thomas, Andre Brougher. Trip, representa el icono del negro resentido con los blancos después de tanto sufrimiento e incompresión, es un ser nacido para el odio pero necesitado de redención, la cual obtendrá a través de la pertenencia a una nueva familia que lo acoge, el 54th. Thomas, por contra, es su némesis, el negro nacido libre y educado como un blanco para el que el sufrimiento de los de su raza no pasa de ser una mera cuestión teórica , muy alejada de su realidad vital. A través del duro proceso de adiestramiento militar logrará simpatizar con el sufrimiento de sus congéneres. Por otro lado tenemos al personaje de Morgan Freeman, John Rawlins, que actuará como enlace entre los dos mundos “negros” el del rencor y resentimiento del antiguo esclavo que representa Trip y el del frívolo mundo de los negros que nunca han conocido la amargura de la esclavitud que representa el personaje de Thomas.
Por último cabe destacar la contraposición entre el personaje del mayor Cabot Forbes, Cary Elwes, y el del coronel Shaw, Mathew Broderick. Antiguos amigos de la infancia tendrán serios desencuentros sobre la manera en que debe ejercerse el liderazgo en el regimiento, Frente a la visión humanista , benefactora y proteccionista del mayor Forbes, el coronel Shaw propone la disciplina, el rigor y la máxima exigencia para mostrar que los negros no son inferiores a los blancos en el oficio de las armas. Este enfrentamiento , dará lugar a momentos de gran tensión dramática como aquel en el que trip es azotado por deserción y donde Denzell washington despliega una de sus mejores y más contenidas interpretaciones pero a la vez más dramáticas de todo el film.
Desde el punto de vista visual, la película es prodigiosa, la fotografía del hammeriano Freddie Francis es diafana y muy realista, y refleja todo el horror de la guerra sin dar lugar a edulcorante alguno, ni tan siquiera en las escenas más épicas de la película como el asalto final a Fort Wagner hay sacarina alguna. Me parece sobresaliente el uso de la elipsis visuales en la película, por ejemplo en la escena en el hospital de campaña posterior a la batalla de Antitetam. Donde se nos sugiere la crueldad de una amputación sin mostrarla en absoluto, sólo con un hábil juego de sombras y llantos. Otro ejemplo de elipsis, es cuando se nos muestra como el 54th ha fracasado en su intento de tomar la fortaleza mediante el izado de la bandera confederada cuando lo fácil hubiera sido recurrir a una voz en off o más metraje
La película alcanza su climax visual en la escena final del ataque sobre Fort Wagner con la muerte y posterior entierro en una fosa común de Robert Gould Shaw y sus hombres de ahí con un encadenado se nos muestra el célebre monumento del Robert Gould Shaw memorial de August Saint-Gaudens que se encuentra ubicado en la célebre Beacon street de Boston.
Para finalizar esta reseña , quisiera destacar la wagneriana banda sonora de James Horner que contribuye a dotar a la película de un tono épico sublime en muchos momentos.
En definitiva tiempos de gloria es una de las mejores películas bélicas de la historia y quizás la mejor película sobre la guerra civil americana.

TÍTULO ORIGINAL: Glory
AÑO 1989
DURACIÓN: Trailers/Vídeos 117 min.
PAÍS:   Estados Unidos
DIRECTOR:  Edward Zwick
GUIÓN:  Kevin Jarre
MÚSICA:  James Horner
FOTOGRAFÍA:  Freddie Francis
REPARTO:  Matthew Broderick, Denzel Washington, Cary Elwes, Morgan Freeman, Bob Gunton, Andre Braugher, Jay O. Sanders, JD Cullum, Cliff De Young, Donovan Leitch, Jihmi Kennedy, Jane Alexander, Bill Nunn, Kevin Jarre
PRODUCTORA:  Tri-Star
PREMIOS 1989: 3 Oscars: Mejor actor secundario (Denzel Washington), fotografía, sonido. 5 nominaciones
GÉNERO:  Bélico. Drama | Guerra de Secesión. Racismo. Siglo XIX
SINOPSIS:  Entre 1861 y 1865 tuvo lugar la Guerra de Secesión que enfrentó al ejército confederado (Sur) con las tropas de la Unión (Norte). Los militares del Norte eran reacios a reclutar negros y armarlos para luchar contra el Sur; pero, finalmente, se aprobó una ley que lo permitía. El regimiento 54 de Massachusetts fue el primero y el más valeroso de los batallones formados por negros, y el Coronel Robert Gould Shaw fue el encargado de organizarlo

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