lunes, 12 de marzo de 2012

LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS


La vida secreta de las palabras es una de esas películas que le da sentido a la invención del cinematógrafo. Es todo un ejemplo de para qué sirve una cámara de cine y de cómo debe utilizarse.
Isabel Coixet, su guionista y directora, da una lección de cómo un guion debe plasmarse en pantalla, demuestra su dominio del lenguaje cinematográfico estableciendo una sintaxis visual diáfana, transparente, de tal modo que la imagen le habla al espectador sin necesidad de apoyarse en el diálogo. Antes al contrario, éste y aquélla forman una perspectiva global que enfoca la historia de forma muy nítida.
Otro aspecto técnico relevante de la película parte del hecho de que las relaciones entre los personajes están diseñadas (y filmadas) como si fueran compartimentos estancos, independientes entre sí, para lo cual la directora recurre a sucesivos fundidos a negro para remarcar esa independencia relacional, aunque ello no impide tomar las partes como metonimia del todo que constituye el relato.
Es esta una historia de personas incardinadas en un presente que rige a modo de condena dictada por un pasado, a veces triste, y siempre doloroso. No se desarrollan grandes dramas humanos precisamente porque éstos ya se dieron en ese tiempo pretérito y perverso, cuyo resultado, a modo de heridas físicas y, sobre todo, psicológicas sacuden la existencia de los protagonistas en el presente narrativo, que es el que se nos muestra.
En cuanto al eje principal de la historia, el constituido por Joseph y Hanna, transcurre ante nosotros mostrando a dos seres cuya relación se va asentando más por las cosas que no se dicen que por las que sí, ya sea, como en el caso de Joseph, porque las circunstancias obligan a ello, ya que se ha quedado temporalmente ciego a consecuencia de un accidente en la plataforma petrolífera en la que trabaja, o porque el pasado de Hanna, que trabaja como enfermera ocasional de Joseph en la plataforma hasta que éste pueda ser trasladado a un hospital, oculta un secreto abominable y terrible que la incapacita para relacionarse con los de su especie, esto es poder confiar en algún ser humano.
La relación entre ambos es puramente emocional porque es de la única manera en que se puede dar, y está llena de pequeños trazos que a modo de olas golpeando la roca, van erosionando los caparazones en los que los dos se habían refugiado para poder seguir viviendo una existencia horrible, vergonzosa y humillante para ella, y descorazonadora y culpable para él. Joseph está ciego, mientras que Hanna es sorda (aunque utiliza un audífono), lo cual dice más del tipo de relación que establecen que cualquier otra cosa.
Por lo demás, el resto de las historias que van girando en torno a la principal sugieren más que muestran. Dan un punto de partida al espectador y a partir de ahí, es él mismo el que tiene imaginarse la continuación. Dicho lo cual quien no haya visto la película podría pensar que estas tramas secundarias solo sirven para adornarla, cosa que no es así ya que los temas que abordan plantean temas tan humanos como los de los dos personajes protagonistas.
Por último hay que reseñar el personaje de Hanna, magníficamente interpretado por una excelente Sarah polley que dota al personaje de una profundidad que le hace absolutamente creible, capaz de transmitir al espectador su ternura y su fragilidad, pero también su dureza en el alma, cuyas señales quedaron ignominiosamente marcadas en su cuerpo. Es un personaje que recuerda a otro, curiosamente también llamado Hanna, que interpretó posteriormente Kate Winslet en The reader, papel por el que la inmensa actriz británica ganó un Oscar en 2008, ya que ambos tienen muchos puntos en común, sobre todo un pasado del que tratan de renegar, aunque por motivos diametralmente opuestos, y que hacen que el espectador quede enganchado emocionalmente de ambos.
En definitiva una muy buena película que con muy poquito dice muchísimo y hace que en la retina de quien la ve se quede grabado un recuerdo indeleble. Buen cine, y bien hecho.


TÍTULO ORIGINAL La vida secreta de las palabras (The Secret Life of Words)
AÑO: 2005
DURACIÓN: 110 min.
DIRECTORA: Isabel Coixet
GUION: Isabel Coixet
MÚSICA: Varios
FOTOGRAFÍA: Jean-Claude Larrieu
REPARTO: Sarah Polley, Tim Robbins, Javier Cámara, Leonor Watling, Sverre Anker Ousdal, Steven MacKintosh, Eddie Marsan, Christine Inge, Daniel Mays, Dean Lennox Kelly, Danny Cunningham, Emmanuel Idowu, Reg Wilson, Julie Christie
PRODUCTORA El Deseo S.A. / Mediapro
WEB OFICIAL http://www.lavidasecretadelaspalabras.com
PREMIOS 2005: 4 Premios Goya: Mejor película, director, guión original, diseño de producción
GÉNERO Drama

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