"Midnight in
Paris" es la última propuesta del aclamado director neoyorkino Woody
Allen. Desde que Allen abandonó Hollywood y decidió financiar y rodar en Europa
sus proyectos cinematográficos ha creado películas muy desiguales (“Vicky
Victoria Barcelona”, “Scoop”, “Si la Cosa Funciona”..) tanto en éxito comercial
como en resultados artísticos. “Midnight in Paris” constituye el último intento
de trasladar las neuróticas obsesiones del cineasta al cine europeo.
La
película es una co-producción hispano americana de Mediapro y Sony Pictures Classics
y estas exigencias económicas de producción tienen su reflejo en un guión, que
aunque brillante por momentos, es en exceso forzado introduciendo demasiados
personajes históricoss en situaciones un tanto rocambolescas (la introducción
de Miró, el torero Belmonte, Picasso o Dalí en el loco París de los años 20)
para contentar al productor, en este caso Mediapro, gigante del audiovisual
español.
La película es una agradable comedia con connotaciones intelectualistas y existencialistas que nos cuenta el viaje pre-nupcial de un pareja norteamericana formada por Gill Pender (Owen Wilson) e Inez (Rachel McAdams) con los padres de esta, John (Kurt Fuller) y Helen (Mimi Kennedy), ambos bastante adinerados y conservadores, a París. Gill representa el prototipo del guionista de Hollywood hastiado de prostituirse creativamente escribiendo bazofias quien está deseoso y, al mismo tiempo, temeroso de dedicarse a lo que verdaderamente le apasiona: la literatura.
Mientras
que este encuentra la vida bohemia parisina fascinante, su prometida Inez es
una chica frívola de familia acomodada que sólo ve, en el universo parisino, un
gran bazar donde poder hacer realidad sus crematísticas compulsiones
compradoras. Junto a esta pareja, aparece otra, formada por un antiguo novio de
Inez, Paul (Michael Sheen) un pedante profesor universitario con su esposa
Carol (Nina Arianda) cuya aparición en escena va a servir como catalizador para
mostrar las diferencias irreconciliables en la pareja. Si la historia hubiera
seguido por estos derroteros nos encontraríamos con la típica comedia urbana de
Allen de parejas artificialmente formadas por el azar del destino pero que por
obra de éste se ven abocadas a enfrentarse a la realidad de su artificialidad,
algo muchas veces tratado por el cineasta neoyorkino en películas tales como
"Hannah y sus hermanas", "Annie Hall", "Manhattan",
"Maridos y Mujeres".
Lo
verdaderamente novedoso del film es su devenir fantástico (algo por otra parte
no totalmente novedoso para Allen que ya lo explotó en el melodrama fantástico
"La Rosa Púrpura del Cairo" o en la comedia futurista "El Dormilón").
En uno de los paseos nocturnos de Gill para alejarse de la frivolidad que le
rodea, entrará en una especie de túnel del tiempo que lo transportará al París bohemio
de los años 20 donde entrará en contacto con algunos de los literatos más
famosos de la llamada generación perdida, como Hemingway y el matrimonio
Fitzgerald y vanguardistas como Picasso, Buñuel, Miró etc...Esta re-visitación
parisina del cuento de Rip Van Winkle de Washington Irving, otorga una gran
originalidad y posibilidades narrativas más amplias a la película de Allen. Por
un lado se juega con una doble reflexión, la del mito de la edad de oro que
hunde sus raíces en "Los Trabajos y los Días" de Hesido, que viene a
postular que cualquier tiempo pasado fue mejor que el presente y que los
hombres se afanan por idealizar aquello que no tuvieron ocasión de contemplar
por sí mismos. Por otro lado a través de los viajes en el tiempo de Gill y su
enamoramiento de la bella Adriana, se reflexiona, como no podía ser de otra
forma en un film de Allen, sobre la metafísica de las relaciones de pareja; los
amores reales, los amores ideales, la fidelidad, la infidelidad y la búsqueda
de la propia identidad.
El
guión está muy bien construido y combina con maestría el humor y ciertos
elementos dramáticos, quizás si en algo naufraga es en la excesiva y
artificiosa cantidad de personajes secundarios que introduce (desde Buñuel,
Belmonte, Picasso, Mathisse etc...) lo que lleva a una cierta caricaturización
de muchos de estos personajes en sus clichés más habituales (la procacidad de
Mathisse, la vehemencia de Picasso, el surrealismo de Dalí el vitalismo
desenfrenado de Hemingway...) y a una simplificación de estos personajes que
darían más juego con un mayor metraje .
Por
otro lado la fotografía, a cargo de Darius Khondji, es maravillosa y saca todo
el partido a la ciudad de Paris como escenario para mostrar esta dicotomía
entre realidad e idealidad. Los cinco primeros minutos de metraje nos muestran
diversas instantáneas de la ciudad del amor con inusitada belleza plástica. La
ciudad de París , no es nueva para Allen que ya rodó parte de “Todos Dicen I
love you” en la capital del Sena.
Lo
más exasperante del film, desde mi punto de vista, es la impostada
interpretación de Owen Wilson, en el papel de Gil Pender que se empecina en
imitar gestos, tics y manías del genio neoyorquino como si pretendiese ser su
alter-ego. Por otra parte la canadiense Rachel McAdams está perfecta en su
papel de frívola niña bien californiana.
Para
concluir decir que se trata de una película bastante lograda de Woody Allen,
que sin llegar a las altas cotas de su producción a fines de los 70 y 80, está
casi al nivel de la que para mí es la mejor película de éste en los últimos 15
años; Match Point.
FICHA
TÉCNICA
TULO
ORIGINAL: Midnight in Paris
AÑO:
2011
DURACIÓN:
96 min.
PAÍS: Estados
Unidos
DIRECTOR: Woody Allen
GUIÓN: Woody Allen
MÚSICA: Varios
FOTOGRAFÍA: Darius Khondji
REPARTO: Owen Wilson, Marion Cotillard,
Rachel McAdams, Corey Stoll, Kurt Fuller, Mimi Kennedy, Michael Sheen, Kathy
Bates, Léa Seydoux, Alison Pill, Tom Hiddleston, Adrien Brody, Vincent Menjou
Cortes, Carla Bruni, Olivier Rabourdin, François Rostain, Yves Heck, Adrien de
Van, Nina Arianda, Marcial Di Fonzo Bo, Gad Elmaleh
PRODUCTORA:
Coproducción EEUU-España; Gravier Productions / Mediapro / Televisió de
Catalunya (TV3) Versátil Cinema
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