martes, 28 de febrero de 2012

ESPECIAL OSCARS 2012, THE ARTIST MICHEL HAZANAVICIOUS


“The Artist”ha resultado ser la gran ganadora de los oscars de la academia 2012. La cintadel director francés Michel Hazanavicious ha resultado triunfadora enprácticamente todas las categorías principales (mejor película, director yactor principal) pero la pregunta obvia que debemos hacernos ahora es ¿la película francesa es realmente merecedora de tanto elogio y reconocimiento dela crítica (premios BAFTA, CESAR, GLOBOS DE ORO...)?. Se da la curiosa circunstanciade que, hasta el 2012, sólo una película muda había resultado ganadora deloscar, “Alas“ de William Wellman en la primera edición de 1929.
La película parte de un argumento sencillo y al mismo tiempo muy del gusto de la academia, el del meta-cine, es decir es una película que hablasobre el propio cine, en concreto nos relata la historia de una ficticia estrella del cine silente llamado George Valentín que en el apogeo de su carrera ve cambiar su fortuna como consecuencia de la entrada en escena del cine sonoro. Al mismo tiempo se nos cuenta la historia de amor y desamor delapuesto galán hollywoodiense con la joven actriz Peppy Miller cuya fortuna en el mundo del celuloide va a resultar diametralmente opuesta a la de George Valentín. La llegada del sonoro servirá para encumbrar a esta flapper (actriz de la segunda mitad de los 20's que representaba el arquetipo de la mujer auto-suficiente y triunfadora, su principal exponente fue la actriz americana Clara Bow) talkie al estrellato hollywodiense. La película nos relata de unaforma bastante lineal y previsible, un poco al estilo de los melodramasclásicos del Hollywood silente de un Sam Wood o un Fred Niblo, el particular descenso a los infiernos del, otrora aclamado actor, ahora devenido en juguete roto abandonado por la industria por obsoleto para los nuevos tiempos del cine hablado. La película como buen pastiche de melodrama silente incluye el clásico happy end con redención final po robra y gracia de la bella Peppy Miller. Hasta aquí la película ofrece poco más que una ingeniosa revisitación del cine silente en su mayor gloria comercial pero sin mayor pretensión, ni el actor francés Jean Dujardin (George Valentin)tiene el encanto seductor de un Valentino, ni el glamour de un John Gilbert ni llena la pantalla como un Douglas Fairbanks. Tampoco Berenice Bejo se aproxima al dramatismo escénico de una Gloria Swamson ni puede superar a la flapper por antonomasia Clara Bow. Por otra parte no deja de resultar paradójico que el cine tenga que retroceder más de ochenta años para reinventarse narrativamente. Afortunadamente el cine no murió con el sonoro, aun cuando los comienzos del cine hablado supusieron un retroceso estilístico innegable y un encorsetamiento notorio de las posibilidades que la cámara tomavistas llegó a ofrecer gracias ala obra de los hombres como DW Griffith, F Murnau o Eric Von Stronhem. Lo que no cabe duda es que el sonoro proporcionó al cine nuevos bríos mediante el fortalecimiento de la figura del guionista. Hoy no estaríamos ante el mismo arte sin la labor de hombres como Dudley Nicholls, Billy Wilder o Woody Allen por citar a algunos, ni tampoco es cierto que el cine como arte visual muriera con el óbito del silente. Figuras como Greg Toland, Hitchcock o Kubrick dotaron a la camara tomavistas de infinitas posibilidades, explorando las posibilidades de la iluminación, el montaje o la composición del cuadro.

De lo anteriormente dicho tampoco debemos colegir que la película “The Artist” no sea un filme de notable factura, muy al contrario, sólo que sus méritos no son, a mi juicio narrativos, sino exclusivamente visuales. Si en algo contribuye esta película es en rendir un sentido homenaje a la mayor aportación del mudo al cine, aquello que los estudiosos de la estética llaman “deconstrucción” siguiendo la terminología del filósofo Derrida. Según este filósofo la metafísica tradicionalmente ocultó el papel de la escritura, subordinándola a mera plasmación formal de la palabra carente de cualquier valor por sí misma.De ahí parten todas la corrientes estéticas que pretenden romper e llogo-fonocentrismo y que reivindican el valor sustancial de la imagen no sólo como forma sino como unidad significativa autónoma. Este fue el principal hallazgo del cine mudo, algo que se manifiesta en diversos aspectos: la preponderancia de la expresividad gestual y mímica, la importancia del encuadre y la composición de los planos, la importancia del montaje ante la necesidad de explicitar el sentido de las imágenes en movimiento que tienden a la ambigüedad derivada de la ausencia de la palabra hablada, la importancia del simbolismo y la metáfora para trasmitir emociones y sentimientos. Es precisamente en estos aspectos donde la película de Hazanavicious destaca muy especialmente, en su capacidad de reivindicar y por ende recuperar para el cine moderno, el poder narrativo de la imagen. La película es muy destacable en este aspecto, ya su comienzo es una perfecta metáfora del sentido último de la película. La escena empieza con Georges Valentine exhibiendo su última película de aventuras donde un malvado doctor intenta torturarlo para arrancarle la palabra. La escena es muy tributaria del expresionismo alemán con ese juego de luces y sombras, con un claro guiño a los frankensteins electrificados de James Whale en la universal.

Otro momento visualmente muy destacable de la película es la onírica escena de la pesadilla de George Valentín rodeado de un mundo desonidos donde él solo es mudo, la película recuerda mucho a otra célebre escena onírica por antonomasia, también muy criptográfica, de la película “Fresas Salvajes” de Bergman en la que se rinde un tributo a la carreta fantasma del director del mudo sueco Viktor Sjostrom.

La película ofrece sólidas interpretaciones de ambos protagonistas, que han realizado un intenso trabajo de documentación visionando muchas películas mudas de Chaplin, John Gilbert, Douglas Fairbanks, Clara Bow,Clara Bow, Barbara Lamar etc.... Si tuviera que quedarme con una interpretación destacada del actor Jean Dujardin, sería aquellas del magnífico montaje a lo ciudadano Kane donde se nos presenta el declive del matrimonio del actor através de los diversos desayunos que comparte con su esposa de la que al final acaba separándose. Especialmente emotivo es también el homenaje a “Luces de la Ciudad”de Chaplin que inunda muchas de las escenas tiernas de Peppy Miller con un abatido George Valentine.

Otra aspecto muy interesante del filme, es el patetismo que logra trasmitir en el devenir existencial de George Valentine, aunque sin alcanzarlas cotas a las que llega Billy Wilder en “El Crepúsculo de los Dioses”, la película logra describir muy acertadamente el armagedón que la llegada del sonoro supuso para muchas estrellas rutilantes del cine mudo como John Gilbert.Los paralelismos con la obra de Wilder no quedan ahí (curiosamente el director francés recordó especialmente al director austriaco al recoger la estatuilla ); la presencia paternal y devota del mayordomo (James Cromwell, LA Confidential) recuerda mucho al papel que Stromheim realizó para Billy Wilder.

La película tiene un happyend con conversión de George Valentín en estrella del musical y que recuerda el espirítu de “Ha hacido una estrella” de George Cukor pero sin su dramatismo final y con dosis excesivas de optimismo.

Un aspecto censurable del filme es el uso excesivo de la banda sonora de la obra maestra de Alfred Hitchcock " Vértigo", que soprepasa con creces el homenaje para convertirse en un plagio innecesario

Por último destacar que aunque la película es bastante correcta en términos generales, no es ni mucho menos original la idea de rodar películas mudas en la era sonora, “Ditirambo” de Gonzalo Suárez, “El espía” de Russel Rouse, “La última locura” de Mel Brooks ya lo hicieron. Eso sin tener en cuenta el fenómeno de los llamados resistentes al cine sonoro como Charles Chaplin,Pabst o Einsenstein que rodaron mudo en plena época sonora.

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